Cuentas ABLE

Ejemplo

La historia de Brittany

Brittany queda parapléjica a los 22 años después de un accidente escalando rocas. A los 31, comparte un apartamento accesible con otra persona, trabaja a tiempo parcial como asistente de oficina y recibe Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y beneficios de Health First Colorado (Medicaid).

Tiene una camioneta que se ha adaptado para su uso, pero sabe que ya tiene muchos años y no va a durar para siempre. Brittany quiere poder empezar a ahorrar para un mejor vehículo, pero le preocupa que si ahorra más de $2,000, perderá sus beneficios de la SSI.

Sus padres están dispuestos a ayudarla con el costo, pero a Brittany le preocupa que el donativo también cuente en contra de sus beneficios.

A veces, el supervisor de Brittany le pide que trabaje unas horas adicionales, lo cual podría significar un poco de dinero adicional, pero Brittany suele decir que no porque le preocupa que tendrá demasiado dinero en su cuenta corriente al final del mes, y terminará sobre el límite de recursos de la SSI.

Brittany siente que nunca puede salir adelante, y que siempre está a un paso de un desastre menor, como una reparación de auto que no pueda pagar.

Entonces, en un grupo de apoyo mensual al que asiste, alguien menciona que las cuentas ABLE les permiten a las personas con discapacidad ahorrar algo de dinero sin perder la SSI y otros beneficios. La persona no conoce muchos detalles, pero piensa que hay que tener menos de 26 años para abrir una cuenta. Esto último la deja consternada, pero decide averiguar de todos modos.

En búsqueda de más información

Brittany decide que necesita recibir asesoría de un experto, así que llama a un/a planificador/a de beneficios de la SSI. La conectan con Pam, quien le pregunta cómo puede ayudar.

Brittany le explica su situación, y esta dice que podría haber un programa de ahorros para personas con discapacidad, pero no está segura de si califica. Pam dice que sí, el programa ABLE ayuda a las personas con discapacidad a ser más independientes y a tener más seguridad financiera.

“¿Pero no tengo que tener menos de 26 años para abrir una cuenta ABLE?”, pregunta Brittany.

“No importa la edad que tenga ahora, siempre y cuando su discapacidad haya comenzado antes de cumplir 26”, explica Pam. “Como tenía 22 años cuando comenzó su discapacidad, y está recibiendo beneficios de la SSI, definitivamente califica para una cuenta ABLE. Y el dinero que ahorre en su cuenta ABLE tampoco afectará sus beneficios de Health First Colorado (Medicaid)”.

Brittany pregunta si las cuentas ABLE tienen algún límite, y Pam le explica que hay dos límites respecto de cuánto puede depositar en una cuenta ABLE en cada año natural: hasta $18,000 de cualquier fuente (incluidos familiares y amigos, sus beneficios y otros tipos de ingreso no devengado) y, si tiene trabajo, $14,580 adicionales de su propio ingreso devengado. Siempre y cuando el saldo de la cuenta sea menos de $100,000, el dinero ahorrado no afectará los beneficios de la SSI”.

Brittany se ríe: “No me imagino poder ahorrar $32,580 en todo un año, ¡o llegar a tener $100,000 en una cuenta algún día! Pero aún así, es muy bueno saber esto”.

Pam explica que cualquier acumulación de dinero en una cuenta ABLE está libre de impuestos, y si Brittany ahorra dinero de su ingreso devengado, podría calificar para el crédito del ahorrador federal cuando complete su declaración de impuestos. Y si Brittany abre su cuenta ABLE con Colorado ABLE, las contribuciones que ella hace a su cuenta podrían ser deducibles en su declaración de impuestos estatales.

Pam añade que es importante recordar que el dinero que se saque de la cuenta debe usarse para pagar gastos relacionados con la discapacidad.

“¿Y eso se refiere solo a gastos médicos?” Pregunta Brittany. “Realmente quiero ahorrar para una camioneta nueva”.

“Puede hacerlo”, dice Pam. “Los gastos de ABLE calificados incluyen transporte, vivienda, salud y bienestar, educación, capacitación y apoyo para el empleo, tecnología de asistencia, servicios de asistencia personal y gastos básicos”.

Inicio del proceso

Brittany pregunta qué tiene que hacer para abrir una cuenta ABLE. Pam explica que cada estado puede configurar un programa ABLE, y menciona que el programa de Colorado se llama Colorado ABLE.

“Ah, ¿entonces tengo que abrir mi cuenta en Colorado ABLE?”, pregunta Brittany.

“No, puede abrir una cuenta en cualquier estado que ofrezca cuentas ABLE a nivel nacional. Pero solo puede tener una cuenta ABLE a la vez, así que debe escoger el programa estatal que mejor le funcione”, indica Pam.

Pam dirige a Brittany al sitio web del Centro de Recursos Nacional ABLE, donde puede encontrar estados que ofrecen cuentas ABLE a nivel nacional, y comparar sus programas.

Brittany le hace a Pam algunas preguntas adicionales. Después cuelga el teléfono para poder empezar a investigar programas ABLE estatales.

Cuando tiene los detalles que necesita, Brittany se reúne con sus padres para revisar lo que encontró, y conversar sobre las posibles estrategias de inversión. Le hacen varias preguntas a un planificador financiero, y Brittany escoge un programa de cuenta ABLE, y se inscribe en línea.

Sus padres configuran todo para depositar automáticamente $200 en su cuenta a fin de ayudarla a ahorrar para una camioneta nueva. Y Brittany ahora dice que sí cada vez que su supervisor le ofrece un poco de trabajo adicional, porque puede depositar el dinero extra en su cuenta ABLE. Brittany lleva un seguimiento de sus contribuciones y del dinero de sus padres. A final del año, Brittany tiene aproximadamente $6,000 en su cuenta ABLE.

Ahora Brittany cuenta con un plan ABLE que le permitirá ahorrar dinero para comprar su próxima camioneta y otras cosas que podría necesitar, y se preocupa menos por el futuro.

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